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viernes, 3 de junio de 2011

Clasificacion de planetas extrasolares

Súper - tierra:

El término Súper-Tierra es utilizado para hacer referencia a un planeta terrestre extrasolar que posee entre una y diez veces la masa de la Tierra. Además, una característica común es que todos ellos se encuentran muy cerca de la estrella a la que orbitan, pues un planeta de tanto tamaño si se encontrara muy alejado hubiera perdido menos gas en su formación y habría dado lugar a un gigante gaseoso (como, por ejemplo, Júpiter).
El primer descubrimiento de un planeta de estas características fue llevado a cabo en 2005 por un equipo dirigido por Eugenio Rivera, siendo el planeta en cuestión Gliese 876 d, y a partir de entonces se han ido descubriendo más Súper-Tierras. En el sistema solar, sin embargo, no existe ningún planeta que reúna las características necesarias, puesto que el mayor planeta terrestre es la propia Tierra, y todos los demás planetas tienen, al menos, 14 veces la masa terrestre.



Planeta púsar:

En el primer grupo de planetas extrasolares descubiertos que orbitan un púlsar, el PSR B1257+12, cuyo periodo es del orden de los milisegundos. Las pequeñas variaciones de su periodo de emisión en el radio sirvieron para detectar una ligerísima oscilación periódica con una amplitud máxima en torno a 0,7 m/s. Los radioastrónomos Aleksander Wolszczan y Dale A. Frail interpretaron estas observaciones como causadas por un grupo de tres planetas en órbitas casi circulares a 0,2, 0,36 y 0,47 ua del púlsar central y con masas de 2, 4 y 4 masas terrestres respectivamente. Este descubrimiento, muy inesperado, causó un gran impacto en la comunidad científica.

Júpiter caliente:

Un Júpiter caliente (también llamado pegasidio o planeta Pegasiano) es una clase de planeta extrasolar cuya masa está cerca de (o excede) la de Júpiter (1,9 × 1027 kg), pero a diferencia de nuestro sistema solar, donde Júpiter orbita al Sol a 5 UA, los planetas del tipo Júpiter Caliente lo hacen unas 100 veces más cerca de sus estrellas madre (alrededor de 0.05UA). Un Júpiter Caliente está aproximadamente ocho veces más cerca a su estrella que Mercurio del Sol.
La existencia de planetas de este tipo fue propuesta en 1925 por Otto Struve, quien también propuso el uso de la medición de la velocidad radial de la estrella madre como un método de detección plausible.

 Neptuno caliente:

Un Neptuno caliente es un planeta extrasolar hipotético en órbita cercana a su estrella (generalmente, a una distancia menor a una unidad astronómica. La masa de un Neptuno caliente se asemeja al núcleo y envoltura de Urano y Neptuno. Las observaciones recientes han revelado un potencial mucho mayor de Neptunos calientes de lo que se supuso en un primer momento.


Gigante gaseoso:

Un gigante gaseoso es un planeta gigante que no está compuesto mayoritariamente de roca u otra materia sólida sino de fluidos; aunque dichos planetas pueden tener un núcleo rocoso o metálico. Se cree que tal núcleo es probablemente necesario para que un gigante gaseoso se forme, pero la mayoría de su masa es en forma de gas, o gas comprimido en estado líquido.
A diferencia de los planetas rocosos, los gigantes gaseosos no tienen una superficie bien definida. Términos como diámetro, área superficial, volumen, temperatura superficial o densidad superficial pueden referirse a la capa exterior vista desde fuera, por ejemplo desde la Tierra.
En el Sistema Solar hay cuatro gigantes gaseosos: Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Estos planetas son conocidos también como los planetas jovianos.
Urano y Neptuno han sido considerados por los científicos como una subclase separada de planetas gigantes, gigantes helados, también denominados planetas Uranios, debido a su estructura principalmente compuesta de hielo, roca y gas. Se diferencian de gigantes gaseosos "tradicionales", como Júpiter y Saturno, porque su proporción de hidrógeno y helio es mucho más baja, principalmente por su mayor distancia al Sol.
Actualmente se conoce la existencia de muchos gigantes gaseosos fuera del Sistema Solar, debido a que la mayoría de los planetas extrasolares conocidos son precisamente de este tipo de planeta.
Se pude denominar planetas gigantes a un planeta que esta compuesto principalmente de hidrógeno y metano y que además no tiene superficie sólida como en los Planetas Terrestres . En este caso es posible encontrarlos en distintos lugares del Universo.

Planeta de carbono:

Un planeta de carbono, también denominado planeta de diamante o planeta de carburo, es un tipo teórico de planeta terrestre propuesto por Marc Kuchner con capas internas de diamante de varios kilómetros de espesor. Los planetas de diamante podrían formarse en los discos protoplanetarios encontrados alrededor de muchas estrellas, si estos son ricos en carbono y pobres en oxígeno.
Esta clase de planeta tendría que desarrollarse de manera diferente a la de la Tierra, Marte y Venus, planetas de silicatos formados principalmente de compuestos de oxígeno y silicio. Las teorías predicen que tales planetas probablemente tendrían un núcleo de hierro similar al de los planetas terrestres conocidos y un manto liquido de carbonatos. Tendrían una superficie de carburo de silicio y carburo de titanio, cubierta con una capa de carbono. El carbono se encontraría en forma de grafito, posiblemente con una capa de diamante en el interior si el planeta es lo bastante grande para producir la presión suficiente.
La superficie sería rica en hidrocarburos y monóxido de carbono con una atmósfera de metano y otros compuestos carbónicos. La vida sería posible en este tipo de planetas, sobre todo si el agua está presente, pero el fuerte carácter reductor de dicho medio ambiente podría causar que las formas de vida de estos planetas tengan un metabolismo invertido al de las formas de vida terrestre que predominan en la actualidad, usando compuestos ricos en oxígeno como alimento para reaccionar con la atmósfera rica en carbono.
Los planetas del púlsar PSR 1257+12 podrían ser planetas de carbono, posiblemente formados a causa del colapso de una estrella de carbono al envejecer. Otros buenos candidatos a ser planetas de carbono podrían ser aquellos localizados cerca del centro de la galaxia, donde las estrellas tienen más carbono que el Sol. Se ha detectado que el disco de polvo de la estrella Beta Pictoris es rico en carbono y podrían estar formándose planetas de este tipo.
Dado que las estrellas al morir expulsan al espacio grandes cantidades de carbono, en el futuro al ir sucediéndose generaciones de estrellas y aumentar la cantidad presente de dicho elemento, el número de planetas de carbono irá aumentando hasta que quizás en un futuro lejano todos los planetas que se formen acaben por ser de éste tipo.

Planeta terrestre:

Un planeta terrestre, también denominado planeta telúrico o planeta rocoso, es un planeta formado principalmente por silicatos. Los planetas terrestres son sustancialmente diferentes que los gigantes gaseosos, los cuales puede que no tengan una superficie sólida y están constituidos principalmente por gases: hidrógeno, helio y agua en diversos estados de agregación. Todos los planetas terrestres tienen aproximadamente la misma estructura: un núcleo metálico, mayoritariamente férreo, y un manto de silicatos que lo rodea. La Luna tiene una composición similar, excepto el núcleo de hierro. Los planetas terrestres tienen cañones, cráteres, montañas y volcanes. Además tienen atmósferas secundarias, procedente de sus procesos geológicos internos, al contrario que los gigantes gaseosos que poseen atmósferas primarias, capturadas directamente de la nebulosa solar original.
El Sistema Solar tiene cuatro planetas terrestres: Mercurio, Venus, La Tierra y Marte, y un planeta enano en el Cinturón de asteroides, Ceres. Los objetos transneptunianos como Plutón se parecen a los planetas terrestres en que tienen una superficie sólida, pero son mayoritariamente hielo. Desde el punto de vista de estático, algunas grándes lunas del sistema solar también son planetas telúricos en función de que son planetas secundarios y son formaciones rocosas, aun con esto no puede condiderarse como tales a todas las lunas rocosas. Durante la formación del Sistema Solar, probablemente hubo más planetas terrestres (planetesimales), pero se fusionaron o fueron destruidos por los cuatro planetas terrestres actuales. Sólo un planeta terrestre, la Tierra, tiene una hidrosfera activa.


Planeta Chitonio:

Un planeta Chitonio (término procedente del griego χθονιος, que significa «terrestre»), es una clase hipotética de cuerpo celeste, resultado de la pérdida total de la atmósfera de un gigante gaseoso. La pérdida de la atmósfera puede ser causada por la proximidad del planeta a su estrella. Todo lo que queda es un núcleo rocoso o metálico, que es similar a un planeta terrestre (también llamados planetas rocosos o telúricos) en muchos aspectos.
HD 209458b (llamado de manera no oficial como Osiris) es un ejemplo de un planeta que está perdiendo su atmósfera considerablemente debido a la evaporación. Aunque aún no es un planeta chitonio, se espera que lo sea en un futuro próximo. Algunos científicos sugieren que el planeta Mercurio es un planeta chitonio debido a su alta densidad y a su núcleo rico en metales. Sin embargo fuera de esta posibilidad, ningún planeta chitonio ha sido descubierto aún.

Planeta océano:

Un planeta océano (también llamado un mundo acuático) es un tipo hipotético de planeta cuya superficie está completamente cubierta por un océano de agua.
Los objetos planetarios que se forman en la parte externa del Sistema Solar comienzan como una mezcla en forma de cometa de alrededor de 50% de agua y 50% de roca por masa. Simulaciones de la formación del Sistema Solar han demostrado que los planetas probablemente emigren al interior o hacia el exterior a medida que se forman, presentando la posibilidad de que los planetas helados podrían trasladarse a órbitas donde su hielo se derrite a su forma líquida, convirtiéndolos en planetas océano. Esta posibilidad fue discutida por primera vez en la literatura astronómica profesional por Marc Kuchner y Alain Léger en el 2003. Tales planetas podrían por lo tanto teóricamente soportar vida.
Los océanos en tales planetas serían de cientos de kilómetros de profundidad, mucho más profundo que los océanos de la Tierra. Las inmensas presiones en las regiones más bajas de estos océanos podría dar lugar a la formación de un manto de formas exóticas de hielo. Este hielo no necesariamente sería tan frío como el hielo convencional. Si el planeta se encuentran lo suficientemente cerca de su sol que la temperatura del agua llega al punto de ebullición, el agua se vuelve supercrítica y carece de una superficie bien definida. Incluso en planetas fríos dominados por el agua, la atmósfera puede ser mucho más gruesa que la de la Tierra, y compuesta principalmente por vapor de agua, produciendo un efecto invernadero muy fuerte.
El planeta extrasolar GJ 1214 b es el candidato conocido más probable para un planeta océano. Muchos más objetos se espera sean descubiertos por la misión espacial Kepler en curso.



Planeta doble:

En el pasado hubo cierto debate sobre como delimitar la frontera entre un sistema planeta doble y un sistema planeta-satélite. En la mayoría de los casos no supone ninguna dificultad, ya que el satélite tiene una masa muy inferior en proporción al astro principal. En nuestro sistema solar, todos los satélites tienen masas inferiores a 1:40.000 la masa de su planeta o planeta enano, con la excepción de los sistemas Tierra-Luna y Plutón-Caronte que tienen una proporción de 1:81 y 1:7 respectivamente.
El límite comúnmente aceptado para diferenciar entre un sistema planeta-satélite y un planeta doble se basa en la situación del centro de masas de los dos cuerpos (baricentro). Si el baricentro no se encuentra bajo la superficie de ninguno de los dos cuerpos, se da por hecho que es un sistema planeta doble. Siendo así, ambos astros orbitarían el uno al otro mediante un eje situado entre el espacio libre de los dos. Según esta definición, Plutón y Caronte se considerarían como un sistema de planeta (enano) doble, mientras que el sistema Tierra-Luna no. En 2006 la Unión Astronómica Internacional, consideró una breve definición oficial sobre el término planeta doble la cual podría haber incluido oficialmente a Plutón y Caronte, pero esta definición no fue ratificada.
Otra acepción no relacionada del termino “sistema planeta doble” surgió a partir de 1995 cuando se comenzaron a descubrir los planetas extrasolares en otros sistemas estelares. En este contexto, el término sistema planeta doble se usó para referirse a otro sistema estelar en el cual se habían descubierto dos planetas orbitando a la estrella central. En 2003, se conocían diez sistemas estelares con al menos dos planetas detectados, calificándolos como mínimo como sistemas planetarios dobles. También se han descubierto sistemas planetarios múltiples con más de dos planetas, tales como los sistemas Upsilon Andromedae, Rho-1 Cancri (o 55 Cancri), y Mu Arae.



Planeta Ricitos de Oro:


"Planeta Ricitos de Oro" (del inglés Goldilocks planet) es un término coloquial para un planeta que se ubique en la zona habitable de una estrella, a menudo específicamente se utilizan para los planetas con tamaño cercano a la Tierra. El nombre viene de la historia de Ricitos de oro y los tres osos, en el que una niña elige de un conjunto de tres artículos, haciendo caso omiso de los que son demasiado extremos (grande o pequeño, caliente o frío, etc .), y eligiendo la del medio, que es la "correcta". Del mismo modo, un planeta siguiendo este Principio de Ricitos de Oro es uno que no se encuentra ni demasiado cerca ni demasiado lejos de su estrella para excluir a la vida (como los humanos la conocemos) en el planeta.
Planetas ricitos de oro son de interés fundamental para los investigadores que ya sea buscan actualmente vida (y posiblemente inteligente) o para futuros hogares de la raza humana. La Ecuación de Drake, que intenta estimar la probabilidad de vida inteligente no terrestre incorpora un factor (ne) por el promedio de planetas capaces de soportar vida, en un sistema de estrellas con planetas. El descubrimiento de planetas extrasolares Ricitos de Oro ayuda a perfeccionar las estimaciones de esta figura. Estimaciones muy bajas contribuirían a la Hipótesis de la Tierra especial, que plantea que una serie de condiciones y eventos muy poco probables condujo a la aparición de la vida en la Tierra. Las altas estimaciones reforzarían el principio de mediocridad copernicano, en que un gran número de planetas Ricitos de Oro implicaría que la Tierra no es especialmente excepcional.
Encontrar planetas Ricitos de Oro del tamaño de la Tierra es una parte clave de la Misión Kepler, que utiliza un telescopio espacial (lanzado el 07 de marzo de 2009 UTC) para estudiar y compilar las características de los planetas que se encuentren en la zona habitable.
Aunque el planeta extrasolar 70 Virginis b fue apodado inicialmente Ricitos de Oro, porque se pensaba que se encontraba en la zona habitable de la estrella, ahora se cree que es demasiado caliente para "ser justo" para la vida, y no es por lo tanto un planeta Ricitos de Oro. Gliese 581 g en la actualidad se cree que es un planeta rocoso situado en la zona habitable de su estrella.

Neptuno frío:

Neptuno frío es un tipo de planeta con una masa que va desde unas 10 masas de la Tierra (una Super-Tierra) a menos de la masa de Saturno. Los Neptunos fríos deberían ubicarse más allá de la línea de nieve, donde las temperaturas son más frescas y es más fácil para los compuestos del hidrógeno como el agua, amoníaco y metano condensarse en granos de hielo sólido.
Los únicos cuatro Neptunos fríos conocidos son Urano y Neptuno en nuestro sistema solar y los exoplanetas OGLE-2005-BLG-169Lb y OGLE-2007-BLG-368Lb Ambos de estos exoplanetas fueron detectados por microlente gravitacionales en órbita alrededor de oscuras estrellas rojo-anaranjadas.

Júpiter frío:

Júpiter frío (a veces se denomina gemelos de Júpiter ) son una clase de planetas extrasolares cuya masa está cerca o supera al de Júpiter (1.9 × 1027 kg) y órbitan a sus soles en patrones más o menos similares.Dentro de nuestro Sistema Solar, Júpiter y Saturno serían los principales ejemplos de esta clase planetaria. El término implica que los planetas órbitan en la zona exterior y mas fría de su estrella, sin tener en cuenta el calentamiento interno del planeta.


Planeta de helio:

Un planeta de helio es un tipo teórico de planeta que potencialmente se puede formar a partir de estrellas enanas blancas de masa baja, en cuyo caso el planeta contiene poco de hidrógeno (en contraste, los planetas gigante de gas como Júpiter y Saturno consisten principalmente de hidrógeno y helio).

Planeta de hierro:

Un planeta de hierro es un tipo de planeta que consiste principalmente de un núcleo rico en hierro con poco o ningún manto. Mercurio es el mayor cuerpo celeste de este tipo en nuestro sistema solar, pero probablemente existen exoplanetas de hierro puro aún más grandes por descubrir.


Planeta sin núcleo:

Un planeta sin núcleo es un tipo teórico de planeta terrestre que ha sido objeto de diferenciación planetaria pero sin embargo no tiene un núcleo metálico, es decir, el planeta es en realidad un manto gigante de roca.

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